Cap.10. Sonrio.... sigo existiendo?
No comprendo porque la gente se niega a comprender que la infelicidad puede llegar a ser un estado de ánimo natural.
No estoy bien, no me siento con fuerzas desde hace mucho tiempo y no puedo obligarme a mi misma a tomar una fecha del calendario y forzar que mi situación actual cambie a partir de entonces.
Creo, que por primera vez desde que escribo en este "diario", estoy enfadada. Estoy molesta por no saber salir de aquí, quizás también porque en parte no lo quiero. Estoy molesta por caer en un maldito pozo y saber que en el momento en que salga de él, me separaré de alguien que queda dentro. No puedo evitar echarla de menos, no puedo dejar de pensar que no tenía que ser ella, no puedo dejar de vivir ese momento una y otra vez e intentar en vano que el final cambie, que el final acabe conmigo, que el final no me obligue a emprender ese principio que no quiero asumir como mio, que no quiero asumir sola.
Los principios en ocasiones fáciles y en ocasiones tan duros....
Días despues de ese beso, no recuerdo cuantos, sólo que me pareció una verdadera eternidad, nos encontramos.
No habíamos hablado desde entonces, y las palabras no surgieron al tenerla frente a mi. Sólo nos miramos y ante la fragilidad de ese momento, me encaminé hacia ella y cuando estuvimos cerca la una de la otra, la situación pareció recobrar cierta normalidad.
Evitamos el tema mientras compartiamos unas copas en un bar pero después de agotar conversaciones en las cuales ninguna de las dos estabamos interesadas, llegó el momento de poner las cartas sobre la mesa, la verdad, la realidad y los sentimientos de la manera más cruda que se pudiese.
Yo no pude evitar decir que lo sentía, pero tampoco que no era así. Y ella no pudo evitar contestarme que tampoco lo sentía pero que no volvería a pasar.
A pesar de sentir una losa enorme sobre mi, seguimos hablando, reconstruyendo lo que antes teniamos e intentando aparentar que sólo había sido un impulso, que sólo había sido un momento de oscuridad adornado con un beso, nada más...
Ella se iba en pocos días de vacaciones con su chico y Madrid se quedaría más solo que nunca...
No estoy bien, no me siento con fuerzas desde hace mucho tiempo y no puedo obligarme a mi misma a tomar una fecha del calendario y forzar que mi situación actual cambie a partir de entonces.
Creo, que por primera vez desde que escribo en este "diario", estoy enfadada. Estoy molesta por no saber salir de aquí, quizás también porque en parte no lo quiero. Estoy molesta por caer en un maldito pozo y saber que en el momento en que salga de él, me separaré de alguien que queda dentro. No puedo evitar echarla de menos, no puedo dejar de pensar que no tenía que ser ella, no puedo dejar de vivir ese momento una y otra vez e intentar en vano que el final cambie, que el final acabe conmigo, que el final no me obligue a emprender ese principio que no quiero asumir como mio, que no quiero asumir sola.
Los principios en ocasiones fáciles y en ocasiones tan duros....
Días despues de ese beso, no recuerdo cuantos, sólo que me pareció una verdadera eternidad, nos encontramos.
No habíamos hablado desde entonces, y las palabras no surgieron al tenerla frente a mi. Sólo nos miramos y ante la fragilidad de ese momento, me encaminé hacia ella y cuando estuvimos cerca la una de la otra, la situación pareció recobrar cierta normalidad.
Evitamos el tema mientras compartiamos unas copas en un bar pero después de agotar conversaciones en las cuales ninguna de las dos estabamos interesadas, llegó el momento de poner las cartas sobre la mesa, la verdad, la realidad y los sentimientos de la manera más cruda que se pudiese.
Yo no pude evitar decir que lo sentía, pero tampoco que no era así. Y ella no pudo evitar contestarme que tampoco lo sentía pero que no volvería a pasar.
A pesar de sentir una losa enorme sobre mi, seguimos hablando, reconstruyendo lo que antes teniamos e intentando aparentar que sólo había sido un impulso, que sólo había sido un momento de oscuridad adornado con un beso, nada más...
Ella se iba en pocos días de vacaciones con su chico y Madrid se quedaría más solo que nunca...