viernes, diciembre 30, 2005

Cap.6. Se acaba el año

Llegan los últimos días del año. Llegan las despedidas hasta el año que viene, los mensajes llenos de felicidad, las llamadas de parientes lejanos para que sepan que no nos olvidan ni que los olvidamos.
Llegan los grandes gastos, los regalos y la compensación de todo esto reflejado en las caras asombradas y felices de los tuyos mientras rompen el papel de navidad.
LLega el final y el principio unidos de la mano, llegan las uvas, los nervios, la ropa interior roja, el primer paso con la derecha, el brindis con oro en el cava, los abrazos, los recuerdos de hacia las personas que nos faltan ...
Es el primer año que lo recibo sin tenerla a mi lado.

La primera vez que me felicitó el año nuevo teniamos...creo que 14 años. Estaba en casa, rodeada de la familia, observando como se atragantaban algunos de ellos por no querer dejar de reirse.
La casa estaba llena de globos, de guirnaldas, de adornos navideños... A las 00:15, sonó el teléfono.
- Seguro que son los tios (es la frase típica de mi madre...aun hoy).
Pero no, era ella. Mi madre me pasó el teléfono diciendo que preguntaban por mi y recuerdo que noté como mi cara se vestía con una enorme sonrisa que no podía controlar a pesar de intentarlo. Me estaba felicitando el año, creo que tartamudeaba pero por lo menos hablaba. Yo estaba en blanco, no sabía que decirla pero creo que me comprendió perfectamente.
Ella sólo me dijo:
- Me alegro que te haya gustado mi llamada. Un beso.
Y colgó el teléfono.

martes, diciembre 20, 2005

Cap. 5. Los cumpleaños

He vuelto de viaje hace tan sólo unas horas. Perderse de vez en cuando está bien pero, sin lugar a dudas, prefiero perderme en compañía.
Recuerdo nuestros viajes, no sólo por los sitios que elegía... todos de una inmensa belleza, sino también por las charlas y los silencios en armoniosa combinación. Los turnos al conducir, la música que se elegía para sonar dependiendo del lugar en el que estábamos...
Las fotos de este viaje son sólo de paisajes, antes, también eran de paisajes pero con una protagonista en ellos que los hacía muchos más hermosos.

Recuerdo que nuestro trece cumpleaños decidimos celebrarlo juntas pues nuestras fechas no se distanciaban demasiado la una de la otra. Esa fiesta fue un verdadero desastre porque eramos demasiado distintas, no ya nosotras, sino, quizás más la gente que nos rodeaba. A pesar de que nosotras lo pasamos bien por el simple hecho de estar juntas, no volvimos a celebrar la fiesta conjunta. Nuestros cumpleaños se celebraron dos veces a partir de entonces, una vez con la familia y amigos de cada cual y la otra nosotras dos solas y una tarde por delante.

miércoles, diciembre 14, 2005

Cap. 4. Sólo amistad

Otra noche sin dormir, otro cigarrillo quemándome los dedos.
Odio la frase "mañana será otro día". Para mí todos son iguales, los días y las noches. La única diferencia que encuentro es que durante el día tengo menos tiempo para pensar.
Ayer, una vecina me pregunto "¿y tu amiga? hace tiempo que no la veo". Creo que mi cara palideció de tal manera que le dí mil respuestas sin nisiquiera abrir la boca. Amiga, que palabra tan bonita...

A los 12 años a mi no me gustaban las mujeres, no he sido una de esas chicas que lo han sabido cuando tenían 6 años ni nada por el estilo. A esa edad, cuando mi relación comenzó con Carolina sólo eramos amigas. Compartiamos clases, recreos y juegos cuando saliamos. Lo que nos gustaba era estar juntas, trastear por el parque, hablar de tonterias de 12 años y compartir nuestras chucherías sentadas en un banco. No podiamos estar más de dos días sin vernos. Amigas, que palabra tan bonita...

lunes, diciembre 12, 2005

Cap. 3. Primeras palabras

Ya es lunes, es un alivio.
Nunca pensé que llegara a agradarme este día de la semana y ahora, es el que más impacientemente espero.
El trabajo ocupa mi cabeza durante unas horas pero... siempre encuentro un hueco, un momento para traerla de nuevo a mi mente, como cuando escribo en estas hojas en blanco.
Hoy mientras tomaba el café escuchaba la radio. Es curioso, sigue puesta su emisora.
Quería dar las gracias a las personas desconocidas que me han animado a seguir con esto...

Después de varias clases de recuperación, surgieron las primeras conversaciones entre nosotras. Lo que más recuerdo de ella es que, siendo tan pequeña, tenía muy claros sus gustos, la música, el cine, los deportes... y se reia de mi. Solía llamarme la "es que...", ... creo, que esas palabras estaban en la última frase que nos dirigimos.
No hablabamos de cosas especiales, con 12 años no se puede hablar de demasiadas cosas pero, tenía el presentimiento de que ella iba a ser importante para mí.
No me equivoqué.

viernes, diciembre 09, 2005

Cap 2. Hace tanto tiempo...

No puedo dormir. Parece una tontería pero el calor de la cama ya no es el mismo.
Voy a fumar un cigarrillo y a intentar pensar en otra cosa que no sea ella. Es curioso que ahora me de por recordar tantos momentos que hemos vivido.
La psicóloga dice que le gustaría saber desde el principio para averiguar como hemos llegado a este punto de distanciamiento.
Fue hace tanto tiempo que....

Tenía doce años, fue en Otoño, la estación de las hojas. Me cambiaron el horario de las clases de recuperación. Entré avergonzada, con la cabeza baja. Ya sabía cual iba a ser la primera pregunta, algo parecido a "¿a ti cuantas te han quedado?". Busqué sitio y únicamente quedaba un hueco en la tercera fila, junto a ella. Pelo moreno, recogido en una coleta, ojos grandes...linda...
Soy soledad, me presente. Carolina me respondió y me dedico una media sonrisa.

miércoles, diciembre 07, 2005

Cap. 1. El principio del fin

Sería más fácil.
Porque no enseñan como filisofía de la vida que todo lo que empieza debe de acabar? Sería menos doloroso saberlo desde el principio. No hacerse ilusiones de lo perfecto, de lo que nunca puede finalizar, de lo imposible...
Ahora miro a mi alrededor, y no la encuentro.
Todos dicen que pasará, que lo mejor que puedo hacer es contar como me siento...
Necesito contarlo, eso puede ser cierto, pero no a ojos conocidos que me puedan juzgar, que puedan darme las palabras que necesito en lugar de las palabras que me merezco. Quizás este lugar es el indicado, sin nombres, sin caras...
Estoy en su lado del sofá y eso....esa simple tonteria...se llenan mis ojos de lágrimas en un solo segundo.